Un Diplomado
Pbro. Mg. José Andrés Bravo Henríquez
Director del Centro Arquidiocesano de Estudios de Doctrina Social de la Iglesia
Arquidiócesis de Maracaibo
Universidad Católica Cecilio Acosta
Respondiendo
a la invitación del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC),
para participar, en calidad de alumno, en el Diplomado sobre Pensamiento Social
Cristiano durante dos semanas, me dirigí a la Ciudad de México donde se
encuentra dicho Instituto.
Al
llegar, lo primero que me encuentro es un Instituto donde se vive y trabaja con
espíritu de Iglesia, brindando un testimonio de comunión fraterna expresada,
especialmente, en el servicio competente y amable. IMDOSOC está formado por
laicos cristianos que viven su fe y entrega desde la comunión católica, en
diálogo ecuménico y con las culturas. Se nota que su espíritu es el humanismo
cristiano, por su opción en favor de la formación de la persona humana en sus
dimensiones individual y social.
Según
reza su misión, se orientan hacia la construcción de una realidad social de
justicia fundamentada en el Evangelio de Jesús. Es una casa de comunión y
fraternidad, de investigación y formación, en particular, sobre el pensamiento
social cristiano. Este objetivo da sentido al diplomado al que fui gratamente
invitado.
Sinceramente,
las personas que forman parte de la organización y funcionamiento del IMDOSOC,
con los profesores y compañeros, vivimos una convivencia fraterna sumamente agradable.
Entre los alumnos participantes de México y varios países de América Latina y
del Caribe, compartimos experiencias de apostolado social y trabajo académico
de un alto valor humano-cristiano.
La
primera semana fue del 23 al 27 de julio y la segunda, del 30 de julio al 3 de
agosto de 2018. Y quedó abierta la invitación para dos semanas más donde se
concluye el Diplomado, que se realizará los días 15 al 26 de julio del 2019.
Durante
la primera semana tratamos el primer curso con el tema “análisis de la realidad
social, económica, política y religiosa de México”, dictado por el profesor
Guillermo Torres Quiroz. El objetivo principal es que el alumno tenga bases
fundamentales en conceptos políticos, sociológicos y económicos para poder
realizar un acercamiento al análisis de la realidad local y regional desde el
pensamiento social cristiano. Se trató, pues, en primer lugar, los fundamentos
teóricos de política. Con ello se busca enseñar conocimientos básicos sobre la
ciencia política, los distintos tipos de metodologías para su estudio y las
contribuciones del Magisterio Socio-Político de la Doctrina Social de la
Iglesia en la materia. En segundo lugar, se trató los fundamentos teóricos de
economía para obtener conocimientos básicos sobre economía desde la visión de
la Doctrina Social de la Iglesia, así como elementos para lograr un análisis
básico de la materia en su realidad. En tercer lugar, se estudiaron los
fundamentos básicos de sociología para conocer las aportaciones científicas en
la materia de parte de Max Weber, John Rawls, Paul Ricoeur, así como lograr
entender los elementos para un acercamiento de la realidad social y religiosa
desde el pensamiento social cristiano. Por último, se habló del caso mexicano
para conocer algunas aportaciones y elementos propios de la situación en
México. En realidad, esta última parte se amplió al análisis del contexto
socio-político de algunos países latinoamericanos con una excelente y amplia
participación de los alumnos. Como asistimos tres venezolanos, nos toco hacer
equipo para presentar la realidad venezolana. Específicamente me correspondió
exponer las etapas históricas de la política de los cien últimos años que cubren,
prácticamente, los siglos XX y XXI.
Otro
gran tema es la “formación de la conciencia social solidaria”, dictado por la
presidente de IMDOSOC, la profesora Lucila Servitje Montull. Explica la
profesora la importancia de este segundo curso en estos términos: “La realidad
social es el lugar en el que se realiza la misión evangelizadora de la Iglesia,
es por ello la que concretiza y condiciona la vida cristiana. El seguimiento de
Jesús, que es el proyecto moral fundamental cristiano, debe necesariamente
integrarse en los ámbitos de la cultura, la política y la economía. La
formación personal, la vida eclesial comunitaria y el servicio evangelizador
requieren la elaboración y asunción responsable de valores, criterios y normas
morales sobre el comportamiento social”. Su objetivo es analizar y reflexionar
sobre las exigencias ético-sociales que surgen de la práctica evangélica y de
la reflexión teológica sobre la misma. Se trataron los siguientes temas: fe
cristiana y conciencia social; conciencia, conciencia moral y conciencia
social; desarrollo de la conciencia moral en el ser humano; deformación de la
conciencia y sus repercusiones en la vida social; modelos morales y formación
de la conciencia.
El
tercer curso es sobre los fundamentos bíblicos del pensamiento social
cristiano, dictado por la profesora Wanda Rodríguez Mangual, con el objeto de
identificar y analizar las raíces bíblicas que sustentan el pensamiento social
cristiano con la intención de fundamentar una reflexión crítica desde la fe, en
torno a la pertinencia actual del mensaje cristiano y a favor de la
construcción de una sociedad más justa y fraterna. Se explicó el contexto
socio-político en el que surge el pueblo de Israel y cómo este contexto se
convierte en el telón de fondo del texto bíblico. Se buscó recuperar el
testimonio de fe de Israel como memoria subversiva a favor de los pobres y
oprimidos. Se analizó los momentos claves de la historia de Israel en clave de
alianza y promesa (el Éxodo). Se analizó también el mensaje de los profetas
como deconstrucción de la ideología dominante de la élite israelita. Así como
el tejido socio-político de la sociedad mediterránea y la Palestina del siglo I
para descubrir la fuerza y el impacto del mensaje de Jesús y del cristianismo.
Todo esto en una excelente dinámica de narrativas: el contexto socio-político
de Israel en el Antiguo Testamento (narrativa del imperio); testimonio de
Israel, el Dios liberador (narrativa de los pobres); alianza y promesa,
responsabilidad y justicia social (narrativa de Yahvé); mensaje profético,
idolatría y desenmascaramiento de la ideología dominante (narrativa de la
idolatría); Jesús y el Reino de Dios, resistencia y estilo de vida
contracultural (narrativa del Evangelio).
La
segunda semana del 30 de julio al 3 de agosto comenzó con la materia sobre el
“origen y evolución de la doctrina social cristiana”, dictada por el profesor
Juan Carlos López Sáenz. El objetivo es “comprender adecuadamente lo que es el
pensamiento social cristiano, su relación con la doctrina social de la Iglesia
y la doctrina social cristiana, para profundizar en el origen y evolución de la
doctrina social cristiana, mediante un estudio personal y grupal”. El contenido
temático versó sobre los presupuestos antropológicos y teológicos, respondiendo
a dos interrogantes: ¿quién es la persona humana y cuál es su dignidad? y ¿de
cuál Dios hablamos? El segundo tema es sobre el pensamiento social cristiano,
es decir, “la reflexión que hacen los cristianos sobre la compleja realidad social”. El tercer
tema se plantea lo siguiente: doctrina social ¿de la Iglesia? o ¿cristiana? El
cuarto tema es sobre el método de la doctrina social cristiana:
ascendente-pastoral-ver/juzgar/actuar, en la praxis del papa Francisco. El
último tema es sobre los principios y valores, destacando el principio
misericordia (guiándonos por la parábola evangélica del buen samaritano),
solidaridad y subsidiariedad. Su metodología muy dinámica giró entre
exposición, discusión y síntesis.
La
otra materia consistió en el pensamiento social cristiano en América Latina,
con el objetivo de “dar una visión y concepción continental de cómo se ha
desarrollado y cómo impacta el pensamiento social cristiano en América Latina y
El Caribe”. Se desarrolló el siguiente temario: introducción, aportes del
magisterio latinoamericano a la doctrina social de la Iglesia, el Vaticano II y
la teología de la liberación, comunidades eclesiales de base, pastoral urbana
(mística en la ciudad) y otras expresiones eclesiales. Desde el principio fueron
surgiendo realidades de gran interés entre los participantes, tales como la
integración latinoamericana, la opción preferencial por los pobres, la
promoción humana-liberación, el método de la doctrina social de la Iglesia, las
culturas y las ideologías. Se habló también del lugar teológico de la teología
de la liberación (los pobres) y de la teología del pueblo (el pueblo como
sujeto comunitario). Otras inquietudes que surgieron de las ricas
conversaciones en las clases, como el que Dios llegue a las personas, los
movimientos sociales, entre otros.
La
materia sobre discernimiento evangélico de la realidad social para su
transformación la dictó el padre Umberto Mauro Marsich. Se trataron una serie
de importantes temas sobre la antropología bíblica: el sentido bíblico de
cuerpo, el alma, lo social, la familia humana, el convivir en comunidad, el modelo
de convivencia humana, entre otras. Se reflexionó sobre el Decálogo como el
credo ético para la realización de la convivencia humana que Dios quiere. De
ahí se plantearon las cuestiones: ¿por qué Dios escogió a Israel? ¿Qué
discernimos? Ante la primera pregunta se identifica al sujeto de
discernimiento. Y frente a la segunda, se responde: La presencia de Dios es lo
que discernimos. Partiendo de estas respuestas se reflexionó sobre la libertad
auténtica, la conciencia recta, la voluntad sana y los principios evangélicos.
Trabajamos, siguiendo el libro del profesor “Discernimiento Evangélico”
(IMDOSOC, México 2015), los puntos de concretización del discernimiento
evangélico (cuestión trascendental, imperativo evangélico, definición, los
principios fundamentales y valores sociales del discernimiento), los niveles
del discernimiento evangélico (personal, social-comunitario, grupal), los
factores constitutivos del discernimiento evangélico (un sujeto, un objetivo un
proceso, un lugar social, una finalidad, una convicción, un principio básico),
el discernimiento evangélico como tarea de todo creyente (a vivir el Evangelio,
a actuar según el Espíritu, a cumplir los mandamientos de Dios, es decir, el
código ético que regula la vida social del pueblo de Dios), los diez pasos del
discernimiento evangélico de la realidad social, las actitudes personales
básicas para el discernimiento, los indicios acerca de la autenticidad del
discernimiento evangélico (la fraternidad, las conductas correctas y concretas,
los frutos según el Espíritu, la prioridad de los más necesitados, la fidelidad
eclesial), la interpretación de algunas situaciones-problemas contemporáneas
(la injusta distribución de los bienes de la tierra, la costumbre del fraude
electoral y de la mentira política, el lucro como fin principal de la vida y de
la actividad económica, la marginación social de los débiles y de los pobres,
la liberación sexual con sus implicaciones éticas de destrucción del matrimonio
y la familia con la explotación sexual de mujeres y niños, la violencia social
como método generalizado para solucionar conflictos, el deterioro ecológico y
la corrupción, el narcomenudeo).
Para
concluir este informe, agradezco a mi Arzobispo y a mi Universidad Católica
Cecilio Acosta por el permiso requerido, al Departamento de Justicia y
Solidaridad del CELAM por su postulación y al mismo IMDOSOC por su testimonio y
sus valiosos aportes académicos y pastorales.