Dr. Homero Pérez Aranaga
Tomado
del periódico “Venezuela al Día”
Miami,
Florida, Septiembre 2013
El 7 de Octubre de 2012
se realizaron elecciones presidenciales en Venezuela, siendo electo Hugo Chávez
Frías Presidente de la República para el período 2013-2019. El 14 de Abril del 2013, seis (6) meses
después, se realizaron de nuevo elecciones presidenciales, como consecuencia de
la muerte del Presidente Chávezacaecida en Marzo del 2013, sin haber tomado
posesión del cargo para el cual fue electo.
En estas elecciones del 14 de Abril del 2013, la diferencia de votos
entre Nicolás Maduro y Henrique Capriles es apenas de 1,4%, incrementándose severamente
el nivel de conflicto y no de consenso entre los principales actores y fuerzas
políticas de Venezuela.
Los acontecimientos desarrollados entre Octubre 2012 y
Abril 2013 y aún hasta el presente, se han expresado en el marco de una crisis
político electoral donde Henrique Capriles Radonski desconoce el triunfo,
proclamación y juramentación de Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional. En
efecto, el 14 de Abril del 2013, H.C.R afirma que sus números electorales
difieren de los presentados por el Consejo Nacional Electoral, los cuales dan
la victoria a Nicolás Maduro. El 24 de Abril, Capriles expresa textualmente: “Se
robaron las elecciones”. El 02 de Mayo y el 07 de Mayo del 2013, impugna el
proceso electoral del 14 de Abril ante el Tribunal Supremo de Justiciaal
negarse el C.N.E. a realizar una auditoría electoral integral en los términos exigidos
por H.C.R. y la Mesa de la Unidad Democrática. Esta auditoría la realiza el
C.N.E a partir del 29 de Abril sin tomar en cuenta las exigencias de Henrique
Capriles Radonski, con el agravante de que por primera vez desde 1958, el
candidato que obtiene más del 49% de los votos y es colocado en 2do lugar,
desconoce la proclamación realizada por la autoridad electoral bajo los
conceptos de fraude y robo.
A estos severos ingredientes de inestabilidad, conflicto
y carencia de consenso a nivel de la dinámica sociopolítica, debemos agregar
que la realidad económica y social también es de crisis. En base a las cifras e
indicadores emitidos por el Banco Central de Venezuela para el primer semestre
del 2013, los economistas Francisco Faraco, Orlando Ochoa, Pedro Palma y José
Guerra, afirman que la inflación en Venezuela para el 2013, estará ubicada
entre el 40% y 50%, lo cual la convertiría en la más alta de América Latina y
entre las cinco (5) más altas del planeta. Igualmente, según las encuestadoras
Datanálisis e I.V.A.D., en promedio, el 72% de la población venezolana se
siente afectada por la delincuencia y la inseguridad, el 58% por la inflación y
el 48% por el desabastecimiento de bienes y servicios, unido al deterioro de la
infraestructura física del país, la cobertura y calidad de la salud pública y
privada y el transporte público entre los conceptos esenciales que afectan la
calidad de vida de los ciudadanos.
En este contexto, H.C.R expresa el contenido estratégico-conceptual
y operativo de su liderazgo, especialmente tomando en cuenta los
acontecimientos ocurridos en el mes de Agosto del 2013. El día 04 de Agosto del
2013, Capriles afirma en una concentración pública en Caracas, el estar
considerando la posibilidad de promover la convocatoria de una asamblea
constituyente en el 2014. El 07 de Agosto, el Tribunal Supremo de Justicia
declara inadmisibles los diez (10) recursos de impugnación expuestos contra los
resultados electorales del 14-04-2013. En consecuencia, H.C.R decide impugnar
estos resultados ante organizaciones internacionales como la O.N.U y la O.E.A, afirmando
su decisión de luchar para impedir que Nicolás Maduro cumpla la totalidad del
período presidencial 2013-2019, aduciendo la ineficiencia y la incompetencia
del actual gobierno y su acusación contra el Tribunal Supremo de Justicia de
ser “cómplice del gobierno”.
Claro está entonces, que el propósito estratégico esencial
de H.C.R. es el lograr la finalización o revocación de Nicolás Maduro como
presidente de Venezuela antes del 2019 que sería la fecha de culminación del
actual período constitucional. En la
conquista de este propósito estratégico, H.C.R ha expresadoen diversas
ocasiones que el objetivo esencial es el lograr en las elecciones de Alcaldes y
Concejales del 08-12-2013 una votación total de la oposición a nivel nacional
superior a la del partido de gobierno y conquistar adicionalmente, las
alcaldías de las principales ciudades de Venezuela.
De conquistar Henrique Capriles Radonski los objetivos
planteados para las elecciones del 08-12-2013, el líder de la oposición
venezolana expresa el estar ya evaluando las distintas opciones estratégicas a
ejecutar a partir del 2014. Esto incluye
las siguientes alternativas: a) Revocatorio de diputados, b) Referéndum o
enmiendapuntual para recortar el período presidencial, c) Obtener mayoría parlamentaria
en las elecciones para la Asamblea Nacional del 2015, d) Intentar un referéndum
revocatorio del mandato de Nicolás Maduro en el 2016.En relación a la
posibilidad de convocar una asamblea constituyente en el 2014, el 13 de Agosto
del 2013 H.C.R., declaró en su programa semanal transmitido vía internet que
desechaba esta opción estratégica.
Este conjunto de opciones estratégicas, tienen un
contenido vital de evaluación y toma de decisiones y expresan la necesidad de
clarificar y definir un camino definitivo para la expresión del liderazgo de
H.C.R y la acción de la oposición política en Venezuela. Henrique Capriles
Radonski, tiene el desafío de ser la expresión de liderazgo de un inmenso capital
político en Venezuela. Entre el 2006 y Abril del 2013, la oposición venezolana
ha llevado la votación de la Presidencia de la República del 36,4% al 49,4%,
esto constituye un avance formidable pero es también un formidable desafío a la
imaginación, coraje y sentido de oportunidad del liderazgo de H.C.R. y la
capacidad política y organizativade la Mesa de la Unidad Democrática.
En
la actualidad, el gran desafío para el liderazgo de la oposición venezolana, es
como combinar el ejercicio de la opción electoral con la presión social y
política a través de la protesta, la llamada acción de calle y la plena
participación de la sociedad civil venezolana en la defensa de la Democracia y
la promoción del inmenso potencial de Desarrollo Integral que tiene Venezuela.
En el presente, H.C.R, a través de declaraciones a los medios de comunicación
social y redes sociales, le da más peso a la opción electoral, mientras que
María Corina Machado y Leopoldo López, apoyan la opción electoral pero
otorgándole una función más importante a la protesta y la presión social. Los
tres líderes, expresan consenso en el objetivo de acortar en lo posible la
duración en el tiempode la presidencia de Nicolás Maduro.
El análisis realizado sobre las opciones estratégicas y
decisionales de H.C.R y la oposición venezolana, reflejan una clara tendencia
al incremento del nivel de confrontación con el gobierno de Nicolás Maduro y el
resto de los poderes públicos, sobre los cuales tienen una gran influencia la
élite gobernante de Venezuela encabezada por Nicolás Maduro y Diosdado
Cabello. Esta élite que dirige el
gobierno en Venezuela desde el Poder Ejecutivo y la Asamblea Nacional, ejerce
también una gran presión y acción de desgaste sobre la oposición venezolana
encabezada por H.C.R y la Mesa de la Unidad, intentando adicionalmente ejercer
una clara acción de intervención y control sobre el proceso de formación de la
opinión pública.
Lo acontecido en el mes de Agosto del 2013 con el canal
de noticias Globovisión, el cierre de televisoras regionales tales como Global TV y ATEL en el Estado
Zulia, las acciones contra el diario El Nacional, revelan el ejercicio de una
clara estrategia de control del proceso de formación de opinión pública por
parte del Gobierno de Nicolás Maduro, ante una realidad política, económica y
social adversa y unas elecciones de Alcaldes y Concejales para el 08 de
Diciembre del 2013 que se han transformado en un plesbicito sobre el destino
del actual Gobierno.
La
tendencia clara de la realidad sociopolítica venezolana para los próximos meses
y quizás años, no es hacia el consenso sino por el contrario de alta
confrontación en un país escindido en dos mitades políticas con prácticamente
nulos puentes de diálogo y entendimiento que recuerdan la expresión de Mao Tse Tung:
“Cuando la pradera está seca una sola chispa puede incendiarla”.
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