Profesor de la UNICA
Homilía en la Eucaristía
por el primer aniversario de su partida
29
de octubre de 2015
Hoy nos reúne el recuerdo cariñoso de una persona de
excepción que nos dejó sin aviso el día 31 de octubre de 2014, el profesor
Carmelo Chapero. Pertenece a nuestra Comunidad Universitaria con la
responsabilidad bien cumplida de Vicerrector Administrativo desde 1998, cuando
nuestra Universidad Católica “Cecilio Acosta” comenzó andar por caminos
renovadores que nos han conducido hasta hoy.
Desde
la Provincia de Burgos, al norte de la Península Ibérica, la región histórica
de la vieja Castilla, desde donde comenzó su peregrinación por este mundo
humano, emprendió su partida hasta el mundo divino donde el Padre eterno espera
a los justos. Este Dios misericordioso lo acoge para ser parte de la Comunidad
Divina de Amor, donde el Padre amante, el Hijo amado y donado, y el Espíritu
Santo de amor, viven la comunión gloriosa, donde la persona humana realiza su
vocación universal a la santidad.
Este
Dios-Amor recibió a nuestro profesor diciéndole: “Ven, bendito, a participar de
mi reino porque practicaste la caridad sin reservas, porque fuiste fiel en tu
misión, porque cumpliste tu deber con responsabilidad, competencia y
honestidad, porque serviste a mi Iglesia y al desarrollo de la humanidad,
porque educaste a los jóvenes, porque dejaste tu Patria para servir al anuncio
del Evangelio en tierra venezolana, porque en ella te sembraste encarnado en tu
familia, con dignidad, porque amaste a Venezuela hasta sufrir sus sufrimientos
y soñar con su sueños, entra a formar parte de mi reino”.
Portador de una personalidad humana de calidad, ocupado
por hacer bien su trabajo, sin pretender ser popular, con sencillez, oculto en
un ser de grandes valores cristianos, pero con la firmeza de sus convicciones
universitarias, profesionales y civiles, creyente de la libertad y la
democracia, denunciando en voz baja los antivalores de la sociedad; podemos agradecer
a Dios su existencia, su paso entre nosotros, porque no buscó honores ni
riquezas, su vida realizada se desgastó por nuestra Universidad. A mi juicio,
su mejor lección es la humilde dignidad del servidor, desde la fe cristiana.
Así lo vive en su profesión de educador en Colegios y Universidades, con la
autoridad de su existencia auténtica.
Una vida así es, como lo enseña nuestro santo patrono
Alberto Hurtado, una existencia con sentido trascendente, y la muerte no es
sino el encuentro definitivo con la verdad, con el amor, con la santidad. Aprendamos
a leer los signos de los tiempos, escuchemos a Dios que nos habla desde los
acontecimientos más impactantes de la historia. Con la personalidad de nuestro
querido profesor Carmelo Chapero, Dios nos invita a pasar por este mundo haciendo
el bien, construyendo la fraternidad en nuestra Venezuela, nos exige ser competentes en los estudios y en nuestros
trabajos, ser creativos, honestos y
responsables, decir la verdad con inteligencia y caridad. Seguro, desde la casa
del Padre eterno, el profesor Carmelo nos sigue ayudando.