jueves, 3 de noviembre de 2016

SALUTACION CHIQUINQUIREÑA 2016


Concluye el Año de la Misericordia en la Iglesia universal y también en nuestra Iglesia local de Maracaibo. Ha sido un año de gracia extraordinario que hemos celebrado con gozo en nuestra arquidiócesis bajo la conducción de la Comisión Arquidiocesana del Jubileo, presidida por nuestro Obispo Auxiliar Mons. Ángel Caraballo. Dios, cuya Providencia es infinita, ha guiado a su servidor el Papa Francisco para que lo decretara en un momento álgido de la historia de la humanidad y del devenir de nuestra patria. Esta iniciativa profética del Obispo de Roma, verdadera inspiración del Espíritu Santo, nos ha permitido entrar por la Puerta Santa de la Misericordia, sumergirnos en las fuentes del Amor Redentor de Jesús y descubrir que la misericordia es la expresión de la caridad que nuestro tiempo reclama, una caridad samaritana.
Las fiestas de la Chinita forman parte de esta clausura. Y siento un deber obligante como Pastor de esta amada grey zuliana,  ante el triste panorama de pobreza, miseria,  inseguridad y alarmante deterioro de la salud integral que azota a las familias e instituciones de nuestro país y de la región zuliana de invitarles a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo quiere nuestra madre, ante tanta desolación y amargura de sus hijos, que celebremos su fiesta este año?

La respuesta es sencilla. La Madre de la divina Providencia nos invita a celebrarlas si, con fe, con esperanza, con rebosante  belleza y alegría pero al mismo tiempo  impregnadas de gran sencillez y austeridad, de mucha caridad y  solidaridad con nuestros hermanos que sufren toda clase de indigencia y abandono.  Llenaremos de alegría el corazón de nuestra Madre si realizamos unas fiestas al mismo tiempo hermosas y llenas de misericordia. Este año por consiguiente evitaremos todo gasto superfluo y ostentoso: no habrá profusión de luces, ni de flores ni de fuegos artificiales en la Bajada, en la solemnidad del 18, y en el resto del programa  hasta la subida de la imagen a su camerino.  Pero en su lugar, con el fruto de la reducción de gastos y ahorros obtenidos,  habrá profusión de gestos de amor, de cercanía y de fraternidad con nuestros hermanos que sufren toda clase de indigencia y de abandono. Buscaremos además consolidar la organización y formación de todos los grupos, empezando por esas dos grandes instituciones que son las Hijas de María y los Servidores de María.

Conozco ya el corazón de este pueblo hermoso y generoso y estoy seguro que esta manera de celebrar este año a nuestra amada Madre y honrar su presencia entre nosotros, encontrará una gran receptividad y que todos estaremos atentos a las indicaciones que nos darán el rector de la Basílica y los demás agentes pastorales y organizadores para actuar unidos y ser así el brazo amoroso de nuestra Chinita que llega a sus hijos más necesitados.

+Ubaldo R Santana Sequera

Arzobispo de Maracaibo

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