sábado, 19 de noviembre de 2011

¡Reina y Madre Chiquinquireña, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos!

Homilia de Mons. Ubaldo Santana en la Eucaristía Solemne en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona del pueblo zuliano
Hermanos arzobispos y obispos concelebrantes.
Hermanos presbíteros y diáconos permanentes
Hombres y mujeres de especial consagración;
Estudiantes del Seminario Mayor y del Curso Propedéutico
Señor Gobernador del Estado Zulia y su distinguida esposa
Señora alcaldesa del Municipio Maracaibo
Autoridades civiles y militares nacionales, regionales y municipales
Representantes del Cuerpo consular acreditado en Maracaibo
Invitados especiales
Representantes de los Medios de Comunicación social

Muy amados hermanos y hermanas que colman la plazoleta y los lugares adyacentes, peregrinos venidos de todo el Zulia y de otras regiones de Venezuela, de América y del mundo. A todos los cristianos de la hermana república de Colombia con quienes compartimos este patronazgo mariano un gran saludo lleno del cariño de María de Chiquinquirá.
Radio oyentes y televidentes que están en sintonía con esta celebración particularmente los ancianos, los hospitalizados, los recluidos en las cárceles, así como aquellos que nos siguen a través de las redes sociales.
Un saludo lleno de agradecimiento a los Servidores de María que cumplen 115 años de custodia y protección de la tablita y aseguran la visita lacustre y los traslados de sus réplicas peregrinas a todas las instituciones que la solicitan con gran abnegación y eficiencia
Un saludo muy especial a los pobladores de la subregión goajira que sufren los rigores de las lluvias y han tenido que abandonar sus hogares y trasladarse a refugios provisionales.
Cristianos y cristianas cada vez más numerosos que se unen con entusiasmo a esta fiesta en diversas ciudades del mundo de Europa y América; en especial aquellos que viven en países donde no tienen posibilidad de festejarla públicamente por restricciones a la libertad religiosa.
Desde que la Virgen de Chiquinquirá decidió surcar el lago a bordo de una tablita, y desembarcar en nuestras riberas hace ya más de 300 años, se ha venido tejiendo entre el pueblo zuliano y María del Rosario una hermosa historia de amor. La grey se ha volcado hacia la ermita que la alberga para cantarle gaitas inspiradas y ella ha retribuido sus innumerables gestos de devoción y de cariño con incontables favores, curaciones y bendiciones. De tantos encuentros y citas de estos dos enamorados el de estos días es sin duda alguna el más esplendoroso. Millares de hijos se agolpan en torno a la Madre llena de misericordia, agradecidos por escuchar sus plegarias, atender sus necesidades y consolarlos en sus tribulaciones. Esta noche les invito a dar gracias a Dios por haberle regalado a este noble pueblo la presencia de la Madre de su Hijo Jesús, bajo la figura de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
Hoy nos sentimos muy cerquita de ella, como San Andrés y San Antonio. Cada vez que nos congregamos en torno a su tierna figura, nos convencemos más de cuánto la necesitamos para aprender a vivir como una sola gran familia; para arraigarnos y edificarnos en Cristo Jesús y mantenernos firmes en la fe católica heredada de nuestros antepasados. ¡Alegrémonos y regocijémonos en el Señor Jesucristo porque en su gran misericordia ha querido enviar a su misma madre como evangelizadora y gran catequista para enseñarnos a ser cristianos! La Virgen María no tiene efectivamente otra misión en la Iglesia que la de mostrarnos a su Hijo Jesucristo y de enseñarnos a hacer lo que El nos diga (Cf Jn 2,5). La verdadera devoción a la Virgen María siempre debe desembocar en un encuentro personal con Jesucristo. Quien anda con ella siente la necesidad de hacerse discípulo misionero de su Hijo y de participar activamente en la vida de la Iglesia.
En la tablita, el rostro goajiro de nuestra Madre aparece inclinado hacia el niño Jesús y sus ojos achinados están centrados en él. Esta postura de la Virgen María nos revela la esencia de la vocación y de la misión de María en el designio de la salvación. Ella es la mujer redimida, la primera criatura de la nueva alianza que en vez de darle la espalda a Dios, se voltea totalmente hacia él. Después del pecado, Adán y Eva, llenos de vergüenza, intentaron esconderse de Dios para no darle la cara. Ya no estamos condenados a caminar a tientas en las tinieblas, a vivir de espaldas a Dios, a escondernos de Él llenos de vergüenza. Como María, podemos voltearnos hacia Jesús, libres de la esclavitud del pecado, fijar nuestros ojos en El, autor y perfeccionador de la fe (He 12, 1-3).
Ese es el fruto hermoso del evangelio predicado por María en suelo venezolano desde que se apareció en Guanare. Esa es la gracia de la conversión que tenemos que pedir esta noche para todos los que profesamos la fe cristiana. Que demos la espalda al pecado, que abandonemos los caminos de la maldad y nos volteemos decididamente hacia Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, y nos dispongamos con la fuerza y la luz de su gracia a hacer el bien, detener la violencia y construir juntos la paz. Este año se nos invita a acoger en nuestras vidas la misericordia divina y a aprender en la escuela de la Palabra a ser misericordiosos, a imitación de nuestro Padre del cielo, rico en misericordia y perdón. Este llamado urgente del Señor Jesús nos llega también a través de la vida de Santa Faustina Kovalska, religiosa polaca escogida por el Señor antes del estallido de la segunda guerra mundial, para propagar por el mundo el mensaje de la reconciliación entre los pueblos con la imagen de Jesús de la Divina Misericordia.
Venezuela también necesita con urgencia este mensaje para erradicar la violencia que nos acosa y aprender a perdonarnos y a reconciliarnos como hermanos. Necesitamos impregnarnos de sentimientos de comprensión y de tolerancia los unos para con los otros. Tantos asesinatos y masacres nos están volviendo personas desconfiadas, duras de corazón, crueles, y retaliativas, insensibles al dolor ajeno. La sospecha nos está robando la proverbial solidaridad de nuestro gentilicio para con los más necesitados. Los venideros tiempos electorales requerirán de todos nosotros un serio empeño para evitar las confrontaciones dañinas y transformarlos en herramientas de concordia y de paz entre todos los venezolanos.
En la cita de este año debemos decirle a nuestra excelsa patrona: Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y enséñanos a ser más humanos, más compasivos. Ser compasivos, perdonar no es una debilidad. Al contrario es la más grande manifestación de nuestra fortaleza. Nuestro mundo y nuestra patria claman por mayor humanidad. ¡Cuántas guerras, cuántas muertes violentas causadas por la intolerancia racial, ideológica, religiosa y cultural; por el odio y el resentimiento, por las ansias de poder, por la codicia del dinero, por el comercio de seres humanos y el narcotráfico internacional! Ya hay gente abriendo estas nuevas rutas.
El III Encuentro de líderes religiosos realizado en Asís a finales del mes pasado nos muestra el camino por donde debemos enrumbar nuestros pasos. Cobijados por un resplandeciente sol otoñal, ataviados según sus rituales , más de 240 líderes religiosos pertenecientes a diversas confesiones, denominaciones religiosas, tradiciones y grupos humanísticos no creyentes del mundo, convocados esta vez por el Papa Benedicto XVI, dieron un esperanzador testimonio de acercamiento, de mutua escucha y expresaron su compromiso personal e institucional de trabajar juntos para promover la convivencia pacífica y respetuosa de todos los seres humanos y erradicar definitivamente la idea de que las religiones promueven la intolerancia, la violencia, el sectarismo y la guerra.
No hay muros que no se puedan derribar, prejuicios ancestrales e históricos que no se puedan superar, errores cometidos que no se puedan perdonar. No se necesita saber ni cuál es tu religión, ni tu ideología, ni tu color político, ni tu posición social o económica para juntar decisiones y voluntades, para luchar juntos contra todas las miserias, inequidades y discriminaciones que agobian el mundo y construir puentes de amistad, aceptación y entendimiento. La guerra, los conflictos violentos no son el futuro. El futuro es la paz.
Y ya que estamos soñando un mundo distinto, bajo el patrocinio de San Francisco patrono del medio ambiente y de los animales, quiero abogar por la pronta eliminación de las corridas de toros por lo menos el día de la fiesta de la Chinita y si es posible del programa de la Feria y porque no también de los carteles del mundo entero. El maltrato a los animales es una triste y lamentable prolongación del maltrato que los humanos nos infligimos mutuamente y del cual las mujeres, los niños y los ancianos son las principales víctimas. ¿Cómo se va erradicar de este mundo la crueldad y el maltrato si nosotros seguimos ostentándolo como un espectáculo para distraer al pueblo? Madre de misericordia, enséñanos a promover una cultura de la vida, del respeto, de la convivencia más sana con la creación entera y el medio ambiente. No podemos proclamarnos seguidores de Jesús y devotos de la Chinita y aceptar pasivamente tantos actos de crueldad.
Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y enséñanos, Madre a vivir con mayor consecuencia nuestro cristianismo. Como cristianos hemos de estar alertas para combatir sin violencia pero con firmeza la progresiva entronización de la anticultura de la muerte en nuestro país. Por eso junto con la Conferencia Episcopal Venezolana y muchas Iglesias en América, los movimientos pro vida y los defensores de la dignidad humana, elevo mi voz de protesta contra la venta libre en las farmacias de la píldora del día siguiente que no es más que un abortivo que siega la vida de criaturas inocentes, destruye física y espiritualmente a miles de jóvenes y adolescentes y llena los bolsillos de comerciantes inescrupulosos.
Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos. En este año de la Divina Misericordia bajo el lema Acoge su misericordia, construyamos fraternidad, quiero invitarles a recibir a la Virgen María, a acogerla en el seno de nuestras familias e instituciones, en nuestras casas, en nuestros corazones con el mismo amor y entusiasmo de los primeros pobladores de El Saladillo cuando bajo los refulgentes colores de la humilde tablita la Madre amorosa manifestó su presencia.
El milagro de la iluminación que necesitamos este año es el de ser capaces de recoger la herencia de los primeros saladilleros y ponernos a trabajar con decisión para recuperar el sentido familiar de la cultura zuliana, a fortalecer la familia cristiana y a no permitir que culturas mercantilistas y paganas nos impongan falsos modelos de familia que pervierten y dañan a nuestros niños y a nuestros jóvenes
En esta tarde bendita todos clavamos nuestra mirada en sus dulces ojos achinados y le decimos con todas las fuerzas de nuestra devoción: “Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos”, Te entregamos esta noche, la realización del Cuarto Congreso americano misionero, el CAM 4 que se llevará a cabo en esta ciudad en noviembre del 2013. Ponte tu misma al frente de su preparación para que este magno evento renueve la vida misionera de nuestra Iglesia.
Muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Que lo descubramos su presencia salvadora en esta misa, en nuestros hermanos y en todo ser humano que necesita nuestra ayuda. Abramos sin miedo nuestras casas, nuestros hospitales, nuestras escuelas, nuestros seminarios y centros de formación profesional, nuestros cuárteles, nuestros lugares de trabajo, nuestras calles y vecindarios, nuestros puestos de buhoneros, nuestros campos y ciudades para que entre Santa María y junto con ella entre la gracia salvadora de Jesucristo nuestro Señor. Amen

Maracaibo 18 de noviembre de 2011

+Ubaldo R Santana Sequera FMI
Arzobispo de Maracaibo

jueves, 17 de noviembre de 2011

COMUNICADO DE LA COMISIÒN EPISCOPAL DE FAMILIA E INFANCIA SOBRE LA PILDORA ANTICONCEPTIVA DE EMERGENCIA

1. Los Obispos que conformamos la Comisión Episcopal de Familia e Infancia de la Conferencia Episcopal Venezolana comprometidos, por nuestra condición de Pastores del Pueblo de Dios con la defensa de la dignidad de la persona y de su derecho al matrimonio, a la familia y del derecho fundamental a la vida y alarmados por la grave confusión que puede provocar en la opinión publica la promoción a través de algunos medios de comunicación social, de la llamada “píldora anticonceptiva de emergencia”, nos sentimos obligados a alertar a todo la sociedad venezolana y en particular al pueblo católico.
2. Nos preocupa gravemente que para evitar un embarazo no deseado se invite a la utilización del “ANTICONCEPTIVO DE EMERGENCIA”. Este “anticonceptivo” es un producto farmacéutico compuesto por Levonorgestrel (0,75 mg.), que incluye entre sus mecanismos de acción “un efecto que produce cambios en el endometrio que impide la implantación”1. Este efecto no es una acción anticonceptiva como se manifiesta, sino interceptiva, ya que intercepta el embrión antes de su anidación en el útero materno, 2 deteniendo así el proceso de desarrollo normal del embrión humano, que da lugar a un aborto químico temprano.
3. Según la explicación científica se trata explícitamente de un aborto. Por aborto entendemos "la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de la existencia, que va de la concepción al nacimiento". 3 Por lo tanto el uso de medios de intercepción es una modalidad de aborto, que en la legislación venezolana es sancionado como delito por el Código Penal 4, y es, además, gravemente inmoral.
4. La promoción de este fármaco deja abierta la idea de que es lícito tener relaciones sexuales seguras sin peligro de procreación, al ofrecer la posibilidad de eliminar la vida de un ser humano ya concebido. Ello es inadmisible desde el punto de vista moral y legal5, dado que todo ser humano desde el momento que se inicia su existencia con el embarazo de la mujer en la concepción, posee una dignidad y el derecho a que le sea garantizada y respetada su vida, por el Estado, la sociedad, y la familia6.
5. En la promoción de la píldora se utiliza la imagen y voz de una joven, que afirma haber perdido sus sueños de ir a la universidad por un embarazo no deseado, por no conocer este fármaco. Esto constituye una incitación al uso indiscriminado y prematuro de la sexualidad, dejando de lado los valores éticos que ella lleva consigo. Sin embargo, la promoción del fármaco anticonceptivo no informa de las graves consecuencias y los efectos éticos, psicológicos y emocionales que sobrevendrán a las jóvenes cuando tomen conciencia de haber provocado el aborto de sus propios hijos.
6. Una sociedad llamada a proteger la vida no puede aceptar la oferta de soluciones irresponsables como la eliminación de la vida humana fruto de relaciones sexuales prematuras e irresponsables. Una autentica prevención coherente con la dignidad del ser humano y solución de fondo a la problemática de embarazos no deseados pasa por una adecuada educación hacia la responsabilidad en el recto uso de la sexualidad humana. Es a través de la educación de los valores morales el modo de crecer como seres humanos y de contribuir al desarrollo de una sociedad sana y responsable.
7. Hacemos un llamado a los padres de familia, como primeros y principales responsables de educar y proteger el desarrollo moral de sus hijos, para que inculquen en ellos el respeto y el valor a la vida.
8. También hacemos un llamado al Estado que propugna el derecho a la vida entre los valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, 7 para que se comprometa a tomar cartas en tan delicada situación. Igualmente sometemos a la consideración de las autoridades competentes, en materia sanitaria, las siguientes interrogantes: ¿Por qué se está anteponiendo el aspecto comercial, a través de esta publicidad, al derecho a la vida del concebido y a la salud de las venezolanas?, ¿Por qué es posible que se pueda acceder a este fármaco abortivo sin restricción a libre venta en las farmacias?
9. Esta alerta no es una cuestión de religión ni de ideologías, sino que es el llamado al respeto del primero y principal de todos los derechos humanos, como lo es el derecho a la vida, la cual exige ser respetada y promovida desde el momento del inicio su existencia con la concepción.

Caracas 14 de noviembre de 2011


Firman los Obispos de la Comisión Episcopal de Familia e Infancia

1 Formulario Terapéutico Nacional. 2ª Edición, 2004. Pág. 153-154.
2 Dignitate Personae N° 23
3 Juan Pablo II, Evangelium Vitae Nº 58.
4 Código Penal, Artículo 431
5 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículos 43 y 75.
6 Ley Orgánica para la Protección al Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), Artículo 1
7 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 2

“Reconciliación Paz y Justicia”

CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA

COMISIÓN DE JUSTICIA Y PAZ

La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, ante la huelga de hambre de Leocenis García expresa lo siguiente:
1. Nos preocupa la salud y la vida del periodista Leocenis García, quien se encuentra en huelga de hambre desde hace más de ocho días.
2. En el ánimo de que la vida humana se preserve integralmente, exhortamos a las autoridades judiciales a considerar con atención los motivos de huelga de hambre. Así mismo elevamos oraciones porque esta situación se resuelva sin daños, y que la cordura sea lo que impere entre los involucrados en este caso. Sería muy grave la pérdida de la vida de un ser humano que puede ser juzgado en libertad, más cuando los delitos de opinión no están contemplados en la Constitución Bolivariana de Venezuela.
3. Nos hacemos eco de los defensores del editor del semanario 6to poder, quienes han denunciado violaciones de derechos humanos al periodista durante la huelga, situación muy grave a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
4. Esta intervención no tiene otro motivo que la exigencia de la fe, la búsqueda permanente de la Reconciliación, la Paz y la Justicia y el velar por la integridad personal y familiar de este ciudadano para que, tomando en cuenta los procedimientos contemplados en nuestra Constitución, se haga evidente el debido proceso.

Caracas, 16 de Noviembre de 2011.

Con nuestra bendición,

+ Mons. Roberto Luckert león
Arzobispo de Coro
Presidente de La Comisión de Justicia y Paz


DA AL ALTÍSIMO COMO EL TE HA DADO A TI, CON GENEROSIDAD, DE ACUERDO A TUS CAPACIDADES,…” (Eclo 35,9)

PLAN IGLESIA SOLIDARIA
Exhortación Pastoral sobre el
Sostenimiento de la Obra Evangelizadora de la Iglesia Católica en Venezuela,
con ocasión del lanzamiento del Plan Iglesia Solidaria
AL CLERO, A LOS RELIGIOSOS Y A LAS RELIGIOSAS, A LOS FIELES LAICOS Y A TODOS LOS HOMBRES Y LAS MUJERES DE BUENA VOLUNTAD

INTRODUCCIÓN

1.- Desde su inicio la Iglesia recibió el mandato de continuar la Misión evangelizadora del Señor Jesús y para esto le prometió su presencia y su Espíritu, al decir: “Yo estaré siempre con Ustedes, hasta el fin del mundo” (Mt. 28,20)
Este mandato, además de ser dirigido a los obispos, a los sacerdotes y a las personas consagradas, se refiere también a demás miembros del Pueblo de Dios. De ahí que Cristo exige nuestra participación, como la requirió de los Doce Apóstoles, de los setenta y dos discípulos, y de aquellas santas mujeres que lo seguían como el Mesías y al mismo tiempo lo ayudaban (Lc 8, 1-3).

COMUNIÓN DE BIENES

2.- Tomemos conciencia de que la necesidad de vivir en comunión de bienes, es objetivo indispensable para entender la vida de la Iglesia, porque esto implica vivir “en comunión unos con otros” (1 Jn. 1,7).
Existen en algunas organizaciones eclesiales, experiencias exitosas de autogestión y solidaridad, que podrían ser compartidas para el aprendizaje de todos (CPV-ICM 69). Una verdadera comunidad católica debe ser partícipe de los gozos, penas y necesidades de las otras comunidades cristianas.
3.- Hemos de recordar con agradecimiento a tantos cristianos y cristianas, que han colaborado en la evangelización, desde sus diócesis y parroquias a través de los voluntariados, en múltiples servicios sociales y pastorales.
La Iglesia en su doctrina ha buscado clarificar cada vez mejor la conceptualización sobre los bienes materiales. Así, en la legislación eclesial, se dice que los bienes temporales, que la Iglesia adquiere y administra están al servicio de tres fines: "la organización del culto divino, el procurar la honesta sustentación del clero y demás ministros, el ejercicio de las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo respecto a los necesitados" (CIC 1254 parágrafo 2).
4.- Es necesario que los creyentes conozcan el origen de los fondos económicos que utiliza la Iglesia; ya que estos provienen de tres fuentes: contribución de los fieles, ayudas de Iglesias hermanas y algunos aportes del Estado. Conocer el origen de los fondos servirá para asumir mejor las responsabilidades en cada nivel específico.
5.- El principal aporte económico a nuestra Iglesia proviene de los mismos fieles desde sus comunidades, lo cual se debe cuantificar, agradecer e informar periódicamente, en aras de mantener el clima de confianza necesario sobre el uso de los bienes que se reciben con toda transparencia. La Iglesia recibe también colaboraciones de Iglesias hermanas, de otros países, para atender parte de proyectos específicos, en el marco eclesial de la comunión de bienes. Finalmente, la ayuda que se recibe de entes gubernamentales o del Estado va dirigida fundamentalmente al área educativa y para construcciones al servicio de la Iglesia.

GUIADOS POR EL ESPÍRITU

6.- La palabra de Dios nos ilumina al decir: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hch. 20, 35); “Cada uno debe dar lo que ha decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9, 6-8)
7.- El espíritu nos capacita para el servicio recíproco, muy especialmente a través de los talentos personales. Así todos podemos dar, recibir y experimentar la alegría de compartir. De esta manera, desde la parábola de los talentos (Mt 23, 14-30), Jesús nos invita a tomar conciencia de la importancia de dichos dones y del deber de acrecentarlos y compartirlos; ya que “A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común” (1Cor 12, 7).
8.- Jesús expuso una rica doctrina sobre el buen uso del dinero y de las demás riquezas materiales, cuando dice: “Acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla" (Lc. 12, 33). La enseñanza de Cristo nos hace conscientes, además, de que la abundancia de unos, debía suplir la pobreza de otros, ya que Dios es el dueño absoluto de las riquezas que nos da. Y nos las dona para que las administremos no sólo en provecho nuestro, sino, en especial para compartirlas con los más necesitados.

CRITERIOS PASTORALES

9.- Para facilitar esta integración de los cristianos, en la obra evangelizadora de la Iglesia, los Obispos venezolanos hemos estructurado el Plan Iglesia Solidaria, que busca precisamente que cada fiel venezolano se sienta parte integrante de la misma y corresponsable de su buena marcha en todos los sentidos. Conscientes de que nuestra Iglesia vive situaciones difíciles, particularmente en lo que se refiere al ámbito económico y social, nos hace sentir la urgencia de proponer al Pueblo de Dios, una doctrina y práctica de la SOLIDARIDAD con los bienes que tenemos, según el designio de Dios Creador del mundo.
10.- El principio de la comunión es válido para todos los órdenes de la vida eclesial, incluyendo el económico. Cuando hablamos de bienes a compartir, en orden a la evangelización, incluimos nuestras personas, con todo lo que somos y tenemos: talento, tiempo y tesoro, y recordemos lo que nos dice al respecto el Evangelio: "Zaqueo, puesto en pie dijo, daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más” (Lc 19, 8).
11.- Al deber de los fieles de ayudar económicamente a la Iglesia en sus necesidades, corresponde también el deber correlativo de los Pastores, de disponer que sean correctamente administrados. Jesús nos dio ejemplo de ello cuando, después de la multiplicación de los panes, ordenó: "Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada" (Jn 6, 12).
12.- Tomemos en cuenta el quinto desafío: para propiciar la comunicación cristiana de bienes del documento Instancias de Comunión del Pueblo de Dios para la Misión (Concilio Plenario de Venezuela).
12.1.- “Todos los miembros de Pueblo de Dios contribuyan decididamente en aquellas iniciativas tendientes a lograr una más justa distribución de los recursos humanos y materiales en el seno de la Iglesia”. CPV-ICM 224
12.2.- “Cada uno de los organismos e instancias de la Iglesia particular contribuya, desde su posibilidad y especificidad, a promover una catequesis referente a la comunicación cristiana de bienes y la responsabilidad de los bautizados en el sostenimiento económico de la acción evangelizadora”. CPV-ICM 226
12.3.- “Los diversos organismos e instancias eclesiales busquen mecanismos para superar el secreto en que se encuentra envuelto lo económico a través de oportunos informes, de manera que se cambien las imágenes deformadas que se tienen sobre la posesión y uso de los bienes de la Iglesia. CPV-ICM 227
13.- La transparencia en la rendición de cuentas ante las comunidades cristianas será un signo de credibilidad. También la solidaridad concreta entre los que tienen más, hacia los que tienen menos, será el signo más concreto de nuestro amor fraterno: “Hijitos míos, no amemos solamente con los labios y de palabras, sino con obras y de verdad” (1Jn 3, 17-18).

CONCLUSIÓN

14.- La CEV invita a poner en práctica este “Plan Iglesia Solidaria” en todas las Circunscripciones eclesiásticas de nuestro país. Que la Virgen María de Coromoto, Madre de Jesucristo, interceda ante su Hijo para que nuestra Iglesia obtenga la gracia de crecer en el espíritu de comunión y solidaridad

Los Arzobispos y Obispos de Venezuela

Caracas; 12 de julio de 2008

viernes, 4 de noviembre de 2011

El Espíritu de Asís: unidos por la paz


Documento de la Universidad Católica
“Cecilio Acosta”

Sin paz no es posible la tan anhelada fraternidad universal, ideal del cristianismo por ser el designio de Dios desde su creación. Por eso, toda iniciativa es bien acogida por la humanidad que espera algún día poder cantar al unísono “¡vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!” (Salmo 133,1). Es este deseo escondido en el misterio divino y revelado a su pueblo quien mueve el corazón del Papa Juan Pablo II a citar a los representantes de las diversas religiones, cristianas y no-cristianas, del mundo entero a la ciudad mística de Asís, cuna de los pobrecillos Francisco y Clara y símbolo de paz y bondad divinas, para unirse en una oración por la paz que hace posible la fraternidad universal. Este evento inspirador se realizó el 27 de octubre de 1986, hace exactamente 25 años, con la presencia de 70 líderes de las más significativas religiones existentes en la humanidad actual.
Esta iniciativa fue colmando los corazones de hombres y mujeres del mundo entero, de fe y de buena voluntad, tanto que se ha convertido en un ambiente espiritual denominado “el espíritu de Asís”. Ciertamente, la humanidad apreció y acogió con entusiasmo este espíritu que se multiplicó con eventos en varias comunidades religiosas.
Aquel año de 1986 el panorama mundial sufría el horror de la guerra fría, mundo dividido en dos bloques irreconciliables, en lucha por el control del poder político y económico de la humanidad, mientras la gran mayoría sumergida en la miseria inhumana y marginada de toda participación, vivía bajo el signo del miedo de la violencia. Un paso de gran valía para alcanzar la paz, significó la caída del famoso muro de Berlín y el fin del imperio comunista. Sin embargo, cuando nuestro actual Pontífice Benedicto XVI convoca de nuevo, con impresionante éxito, a celebrar el encuentro de la humanidad por la paz, el 27 de octubre pasado, a los 25 años del comienzo del “espíritu de Asís”, lamenta que aún nuestra humanidad no ha alcanzado conquistar la libertad ni la paz que nos conduce a la fraternidad universal: “La discordia asume formas nuevas y espantosas, y la lucha por la paz nos debe estimular a todos nosotros de modo nuevo” (Discurso en Asís, 27-10-2011). Señala dos tipos de violencia: el terrorismo que, según sus responsables, “la gran causa de perjudicar al enemigo justifica toda forma de crueldad”. Peor aún, cuando su motivación es religiosa. Lógicamente, es un absurdo considerar la religión, de cualquier signo de fe como una justificación para la violencia destructora de la humanidad creada por Dios. Hoy el Papa enfatiza: “Los representantes de las religiones reunidos en Asís en 1986 quisieron decir y nosotros lo repetimos con vigor y gran firmeza que esta no es la verdadera naturaleza de la religión”.
Pero, el Papa señala un segundo tipo de violencia, “consecuencia de la ausencia de Dios, de su religión, que va a la par con la perdida de humanidad”. Se refiere al siempre tentador ateísmo dramático que se convierte en inhumano, y que hoy se concreta en la persecución de la religión. Así lo deja expresado el Papa: “La adoración de Mamón, del tener y del poder, revela una anti-religión, en la cual ya no cuenta el hombre, sino únicamente el beneficio personal. El deseo de felicidad degenera, por ejemplo, en un afán desenfrenado e inhumano, como se manifiesta en el sometimiento a la droga en sus diversas formas. Hay algunos poderosos que hacen con ella sus negocios, y después muchos otros seducidos y arruinados por ella, tanto en el cuerpo como en el alma. La violencia se convierte en algo normal y amenaza con destruir nuestra juventud en algunas partes del mundo. Puesto que la violencia llega a hacerse normal, se destruye la paz y, en esta falta de paz, el hombre se destruye a sí mismo”.
Todos los que convivimos en la Comunidad Universitaria UNICA, bajo el signo de cristiana y humanista, somos invitados a acoger con libertad y responsabilidad este espíritu de Asís, que nos llama a la urgente misión de conquistar la paz para construir la fraternidad universal. Comenzando por reconocernos humanos, con una dignidad superior que nos da el ser hijos de Dios y hermanos entre nosotros.