jueves, 12 de julio de 2012

SALUTACION DEL EXCMO. MONS. DIEGO PADRON SÀNCHEZ, ARZOBISPO DE CUMANA Y PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA, EN LA XCVIII ASAMBLEA ORDINARIA PLENARIA


Señoras, Señores:

         Cumplo con una tradición de nuestra Asamblea, de presentar, a nombre del equipo de la Presidencia, un panorama de la marcha de la Iglesia y del país.

La Visita Papal
         En el camino de la Iglesia, los meses que van del año han estado marcados por la visita del Santo Padre Benedicto XVI a toda la América de habla hispana, aunque su viaje se haya concretado sólo a dos países, México y Cuba.
          La nación mexicana representa la mayor población católica de habla hispana de todo el continente. Cuba por su parte, con una feligresía católica minoritaria, fue agraciada con la visita papal en razón de estar celebrando el IV Centenario del hallazgo de la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, patrona de la Isla. Respecto de la visita del Santo Padre, su significado, sus consecuencias para la Iglesia en América Latina y los frutos que de ella se esperan, S.E. Mons. Fernando Castro, Obispo Auxiliar de Caracas, y mi persona entregamos durante la pasada Reunión de Comisiones Episcopales, en el mes de Abril, un breve informe.
La Iglesia en Venezuela
             Pasando al interior de nuestra Iglesia venezolana, hemos vivido con profundo regocijo y agradecimiento al Señor la elección y nombramiento de dos nuevos Obispos, a quienes reiteramos nuestro saludo y bienvenida fraternos y cordiales. Ellos son: el Excmo. Mons. José Manuel Romero Barrios, ordenado el pasado 04 de Abril y designado Obispo Auxiliar de la Diócesis de Barcelona, y el Excmo. Mons. Tulio Ramírez Padilla, quien recibirá la Ordenación episcopal mañana, 08 de Julio, en la Santa Iglesia Catedral de esta ciudad capital.
          Con sentimientos de alegría y solidaridad hemos acompañado a S.E. Castor Oswaldo Azuaje Pérez en su toma de posesión de la Diócesis de Trujillo el pasado 9 de Junio. Al Obispo Emérito, S.E. Mons. Vicente Hernández Peña, nuestro sincero y caluroso reconocimiento por su extensa labor evangelizadora durante treinta y seis años en la tierra que nos dio al ilustre venezolano, Dr. José Gregorio Hernández. A Ntra. Sra. de la Paz y al siervo de Dios encomendamos la vida y ministerio de estos queridos hermanos.

                    Damos gracias al Señor por la vida y fecundo ministerio episcopal de nuestros hermanos,  S.E. Mons. Luis Alfonso Márquez, que ha cumplido hace pocos días 50 años de vida sacerdotal, entregada al servicio del evangelio en diferentes regiones del país, y S.E. Mons. Ramón Ovidio Pérez Morales, quien acaba de alcanzar  la venerable edad de ochenta años,  Su tesonera labor se  ha visto acrecentada en el tiempo con su servicio a la Iglesia y al país a través del Concilio Plenario de Venezuela.

Felicitamos a S. E. Mons. Ulises Gutiérrez, Arzobispo de Ciudad Bolívar, quien recibió el pasado 29 de junio el Palio Arzobispal de manos de Su Santidad Benedicto XVI.
Nos alegra ver recuperado completamente a S.E. Mons. Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida, y deseando franca  recuperación a Su Excelencia Mons. Joaquín Morón, Obispo de Acarigua-Araure.

                    Tenemos muy presentes con viva gratitud y fraternal afecto a los Obispos Eméritos, hermanos mayores, a quienes en cada Asamblea enviamos un mensaje particular. 

                    Sentimos honda tristeza por la muerte inesperada de S. E, Mons. José Sótero Valero Ruz, Obispo Emérito de Guanare, esforzado obrero de la viña del Señor, extraordinario formador de catequistas.  A sus hermanos y familiares la expresión de nuestra sincera condolencia y nuestra palabra de fortaleza y esperanza cristiana.

Refiriéndonos al ámbito del laicado venezolano, nos unimos al dolor de la familia Pérez Olivares Oramas, con motivo del fallecimiento del Doctor Enrique Tomás Pérez Olivares, humanista, insigne educador, laico cristiano comprometido con la fe, la verdad, y la ética ciudadana.

En relación a nuestras labores de Asamblea episcopal, los dos eventos más significativos en el primer semestre del año han sido la elección del nuevo equipo de la Presidencia de la CEV y la discusión, aprobación e implementación progresiva del PLAN TRIENAL 2012-2015.

         Las metas y programas de este PLAN desafían a las Comisiones Episcopales, a sus Departamentos, a sus Ejecutivos y a las respectivas Comisiones Asesoras Nacionales a poner en acto todas las facultades humanas y espirituales para el logro de un trabajo coordinado y prospectivo, que garantice una respuesta continuada a las urgentes necesidades de las Pastorales nacionales, diocesanas y parroquiales en orden a la evangelización, la formación cristiana en niveles continuos y progresivos y el compromiso socio-político derivado de una fe viva, como contribución a la gestación de una nueva sociedad (cf CPV).
Gracias a la fuerza del Espíritu divino, la unidad del cuerpo episcopal se mantiene incólume y dinámica. Una novedad que promete un creciente desarrollo de la colegialidad y solidaridad episcopales han sido los ENCUENTROS PROVINCIALES de las regiones de Oriente, Sur y Occidente. 

         Por otra parte, la Presidencia ha sostenido encuentros de diálogo y reflexión con el Personal del SPEV, la CONVER y el CNL. Tales acercamientos han renovado la profunda convicción de que el camino de la Iglesia hacia la comunión interna querida por Dios, pasa por la apertura, el diálogo y la disponibilidad para el desarrollo conjunto de la única misión en la que todos participamos por igual, pero  en diferentes niveles.

                    Saludo en nombre de la Conferencia Episcopal a las altas Autoridades del Gobierno Nacional. Desde esta Asamblea, como ha sido en  todas las anteriores, hacemos llegar al Presidente de la República nuestro atento saludo.  

         La Reunión de Comisiones Episcopales tenida en el mes de Abril puso de relieve nuestra conciencia de comunión y solidaridad en el camino y la misión, al tiempo que descubrió las debilidades y fortalezas de nuestros planes y programas.

         Durante el primer semestre del año los Departamentos del SPEV, en cuanto órganos ejecutivos de las Comisiones Episcopales, han realizado todos los programas previstos en el Plan Trienal. Todo ello indica claramente que la CEV no duerme.

Hay una nueva expectativa, el AÑO DE LA FE, y la fe, por naturaleza, es dinámica, El Santo Padre Benedicto XVI en un sencillo documento titulado "La puerta de la Fe", título que hace especial referencia a la obra evangelizadora del apóstol Pablo a través de la cual Dios abrió a los paganos el ingreso a la salvación,  según relata el libro de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 14,27.  La decisión del Santo Padre de convocar el "Año de la Fe", que comenzará el 11 de octubre próximo, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II (11-10-1962), y terminará el 24 de noviembre de 2013, en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, "es un invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo […] Jesucristo – continúa el Papa – atrae hacia sí los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo.  Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido a favor de una nueva evangelización para descubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe" (no. 5-7)
Panorama del país

         También la CEV está muy atenta al desarrollo del acontecer nacional. Durante este primer semestre del año la situación global del país no se ha deslindado suficientemente del último semestre del 2011. Los venezolanos padecemos los mismos problemas de los últimos años y nos hacemos los mismos interrogantes sobre el destino de nuestro país: su democracia, su libertad, su producción, su seguridad. La mayor interrogante ha sido y sigue siendo la verdad sobre la enfermedad del Presidente de la República El secreto, como estrategia, es uno de los rasgos característicos de la actitud del gobierno. Secreto que no favorece en nada la tranquilidad del país, sobre todo, porque es normal, que en una nación democrática sus habitantes conozcan con certeza el estado de salud de sus gobernantes. El temor de la población agotada por la violencia y la inseguridad, ha llegado a ser una crisis de salud nacional.     
             
          El secreto sobre la verdadera situación de las cárceles llegó al máximum en la reciente clausura del penal conocido como La Planta. Aun se desconoce el número de armas, el número de reclusos fugados y el número de personas heridas o muertas dentro y fuera del recinto carcelario. 
         La Presidencia de la CEV ha hecho realidad lo que anunciamos el día de nuestra elección: apertura y diálogo con todos los sectores del país con miras a promover la reconciliación entre las partes. En este sentido el equipo de la Presidencia ha dialogado con el alto gobierno, con el candidato presidencial de la oposición, con la Mesa de la Unidad y con otras notables instituciones, a fin de explorar la voluntad y disponibilidad de unos y otros al encuentro y al diálogo en función del bien del país, que exige buscar ante todo lo que nos une y superar los que nos divide, conservando y respetando las diferencias.

        La Presidencia de la CEV está consciente de que una de sus tareas prioritarias es ser mediadora de la reconciliación entre las partes opuestas. Ningún miembro de la CEV aspira a ocupar puesto alguno en la administración pública ni pretende para esta institución adquirir o conservar privilegios. La CEV se siente y se reconoce servidora del pueblo sin distinción de clase, credo o ideología.  

Como Pastores del pueblo de Dios que peregrina en Venezuela entre lágrimas y consuelos, como otrora el pueblo de Moisés, ratificamos nuestra vocación de acompañar con sencillez a nuestra gente, católica o no, cristiana o no, creyente o no.  Ha sido muy hermoso y reconfortante el encuentro simultáneo que hemos tenido recientemente en la Sede de la Nunciatura Apostólica, con representantes calificados de otros credos, la comunidad judía de Venezuela y el Consejo Evangélico Venezolano.  El reconocimiento de las raíces comunes de la fe y de la historia nos llevado a encontrarnos fraternalmente y a descubrir que estamos cimentados por igual en la roca de la Palabra de Dios.  En ella creemos, a ella veneramos y a ella obedecemos.  Hemos descubierto que es más lo que nos une que lo que nos separa y que podemos caminar juntos en la misma dirección: el bienestar humano, moral y espiritual del país por la reconciliación, la unidad y la paz.

Creo que sólo en un clima de encuentro entre adversarios políticos, asumiendo cada uno los principios y normas de un trato justo y respetuoso y de un proceso electoral equitativo y transparente, acorde con la dignidad de los venezolanos, puede este trascendental evento electoral, la campaña, la elección del 7 de octubre, la aceptación de los resultados y sus consecuencias, ser una amplia actividad educativa que promueva y facilite el crecimiento del pueblo en democracia y política auténticas.  Orientaciones más precisas las daremos a conocer en un Comunicado de Presidencia de la CEV.

La próxima jornada electoral no debe paralizar el país ni fracturarlo en dos partes ni revolverlo en la violencia e incertidumbre. Debe, por el contrario, hacer que se abracen los adversarios, se restablezca la unidad y avance el pueblo en humanismo, cultura y esperanza.

Invoco la luz y bendiciones de Dios sobre nuestra amada Venezuela.

Muchas gracias
Caracas, 07 de Julio de 2012

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