jueves, 4 de septiembre de 2014

EL “CULTO” A CHAVEZ"



Dr. Emilio Fereira
 Profesor Emérito de LUZ

“Después de la muerte de Stalin el Comité Central del Partido comenzó a estudiar la forma de explicar, de modo conciso y consistente, el hecho de que no es permitido y de que es ajeno al espíritu del marxismo-leninismo elevar a una persona hasta transformarla en superhombre, dotado de características sobrenaturales semejantes a las de un dios. A un hombre de esta naturaleza se le supone dotado de un conocimiento inagotable, de una visión extraordinaria, de un poder de pensamiento que le permite prever todo, y, también, de un comportamiento infalible”[1]

Parafraseando el Testamento de Lenin, citado en el documento referido de Khrushchev, Chávez fue excesivamente insolente y este defecto, que puede ser tolerado en un militante cualquiera del partido del gobierno actual, se transforma en un defecto inaceptable en una persona que ocupa el cargo de Presidente. Es por esto que, remarca el dirigente moscovita, “propongo que los camaradas vean la manera de olvidarlo y pensar en otro nombre, uno que, sobre todas las cosas, difiera del mismo  en lo siguiente: mayor tolerancia, más lealtad, más bondad y una actitud más considerada y un temperamento menos caprichoso.”

El culto a la personalidad sustentó Nikita Jrushchov en su discurso es una elevación en dimensiones religiosas o la admiración a nivel de religión de figuras líderes carismáticas en la sociedad o la política. En las dictaduras es a menudo una forma de culto a la persona del dictador.

El culto a Ch ávez no es novedad y no me asombra. Es una  manifestación trans-nacional y trans-histórica, de veneración de un líder como ser omnisciente, todopoderoso, ungido, genio benigno y universal, que busca conferirle cierto significado trascendente, en el momento presente de la historia, al cual el pasado y el futuro deben dirigirse;  intenta crear un punto de referencia de todo un sistema de creencia, centrado en un hombre que viene a ser la encarnación pura mal llamado socialismo del siglo XXI y aspira a la aceptación universal de su figura, de tal manera que las excepciones a esa regla son inherentemente subversivas a la autoridad del culto, por lo que deben ser eliminadas.

Atribuir a Chávez condiciones de un dios es una apostasía a la herencia cultural cristiana de Venezuela. Según su etimología, en griego, “apostasía” es deserción, rebelión, abandono, retirada, separación de aquello a lo que se ha acercado antes. Significa: cortar la relación salvadora de uno con Cristo o apartarse de la unión vital con El y la verdadera fe en El.

El apóstol Pablo define a los apóstatas como personas que escucharon el Evangelio de la gracia de Dios, pero no recibieron el amor de la verdad para ser salvos[2] escucharon como aquellos que fueron una vez iluminados[3], pero terminaron como la tierra que recibe la lluvia y produce espinos y malezas, que no son fruto de nada. El punto es que no amaron suficientemente la Verdad como para persistir en ella con convicciones firmes y profundas.

La oración a Chávez pronunciada, irresponsablemente,  en el Teresa Carreño el pasado martes, no solo es un vulgar plagio al poema del gran Neruda a Bolívar, es una morisqueta, una aberración. El culto y adoración a las criaturas, es abominable a la vista sacrosanta del Dios de toda la tierra. San Pablo verbaliza magistralmente la furia del cielo ante hechos como el ocurrido, con estas candentes palabras:

"No tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron las gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador".[4]

Uno mi voz de protesta a la de los obispos de Caracas. Modificar el Padre Nuestro, la oración que Jesús nos dejó, “no es lícito modificarlo, manipularlo, instrumentalizarlo. Los católicos exigimos que se respete el Padre Nuestro".`[…] "Así como a nadie se le permitiría cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana, como el Credo. Los símbolos, oraciones y elementos religiosos católicos se deben respetar”[5].




[1] Nikita Khrushchev (1956) Informe Secretoal XX Congreso del PCUS. 25 de febrero. https://www.marxists.org/espanol/khrushchev/1956/febrero25.htm 04/09/2014
[2] 2 Tesalonicenses 2:10
[3] Hebreos. 6:6-8
[4] Romanos 1:20-25


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