miércoles, 18 de febrero de 2015

MENSAJE DE CUARESMA 2015


Hermanos: en nombre de Nuestro Señor Jesucristo les pedimos que se reconcilien con Dios(2 Cor 5,20).

Con estas palabras del Apóstol Pablo, que escucharemos este Miércoles de Ceniza, quiero  dirigirme a ustedes, queridas hijas e hijos de esta Grey Zuliana, para invitarlos a vivir provechosamente esta Cuaresma 2015.  La Iglesia nos ofrece este tiempo fuerte de gracia para buscar a Dios (Cf Is 55,6), escuchar su Palabra (Cf Dt 6,4-9), identificar y destruir los becerros de oro que idolatramos en nuestras vidas (Cf Ex 32,1-24),  renovar nuestra fe bautismal en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo (Cf Mt 28,19-20) y vivir más comprometidamente las exigencias de nuestra fe cristiana, particularmente en el campo de la justicia y de la caridad.

CUARENTA DIAS Y CUARENTA NOCHES

Cuaresma proviene de cuarenta, número cargado de gran valor simbólico en la Sagrada Escritura. El número cuatrosegún los exegetas-  simboliza el universo material, el cero  el tiempo de nuestra vida en la tierra, signado por pruebas y dificultades. Cuarenta años permaneció el Pueblo de Israel por el desierto antes de acceder a la tierra prometida (Cf Jos 5,6), después de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto. Cuarenta días duró el diluvio universal (Cf Gen 7,17). Cuarenta días con cuarenta noches permanecieron el patriarca Moisés (Ex 24,18) y el profeta Elías en el Monte Horeb (1Re 19,8) en contacto directo con Dios.

El evangelio del primer domingo de Cuaresma narra las tentaciones a las que Satanás sometió a Jesús, debilitado por cuarenta días de ayuno. Durante esos días el Señor ayunó para preparar su misión pública.  Leemos en el Evangelio:Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno durante cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre(Mt 4,1-2). Jesús, orando,  ayunando y haciendo uso de las Sagradas Escrituras salió vencedor del duro enfrentamiento con el tentador. Nosotros también, con la fuerza que Dios nos comunica a través de su Palabra y de la gracia del ayuno, la oración y la limosna, podemos vencer, con Cristo y como Cristo, las asechanzas de Satanás.

La Liturgia de este tiempo  nos pide que en elkitviajero para realizar la travesía del desierto cuaresmal debemos llevar tres prácticas: la oración, el ayuno y la caridad. Solo así podremos llegar espiritualmente preparados a la meta: la celebración gozosa  de la Vigilia Pascual. Noche sin par en la que  proclamaremos, con toda la Iglesia, que Cristo está vivo y tiene poder para vivificarnos, que es la Luz que disipa las tinieblas del pecado, alimento indispensable para atravesar todos los desiertos  de esta vida temporal y llegar a la gloria eterna (Cf Pregón Pascual).


LA MODA DE LOS AYUNOS

De la gran riqueza del patrimonio cuaresmal, primer tiempo litúrgico que surgió en la vida de la Iglesia para preparar los cristianos a la vivencia de la Pascua, fiesta central del cristianismo, quiero detenerme este año en el sentido y el valor del ayuno cristiano.

El ayuno está muy de moda en nuestro tiempo y abarca muchos ámbitos de la vida social.  Ayunan los manifestantes para reclamar salarios justos, procesos judiciales más expeditos, pronta liberación de los presos de conciencia. Algunos incluso van más allá y para ejercer mayor presión e impactar la opinión pública se declaran  en huelga de hambre. Ayunan también un creciente número de personas, con fuertes privaciones voluntarias de una serie de alimentos para prevenir enfermedades, mejorar su salud y  alcanzar mejor calidad de vida. Ayunan las mujeres, por razones estéticas, impulsadas por el deseo de satisfacer los nuevos estándares de belleza y de gozar de la aceptación social. No pocas se extralimitan y  en casos extremos, ponen sus vidas en peligro.

Ayunan finalmente cientos de miles  de personas que no se alimentan bien o se limitan a una sola comida diaria. Lo hacen no por propia voluntad, sino forzados porque no les alcanza el salario o por la gran dificultad de conseguir los alimentos básicos para la dieta diaria.  Se cansan de tener que someterse a colas interminables, de correr de un lugar a otro en búsqueda de los productos regulados o de los medicamentos y vitaminas que previenen las enfermedades. Son víctimas  de la deficiente gestión pública, de la aplicación de políticas erradas y  de  la inescrupulosa acción de delincuentes, especuladores,  contrabandistas y los llamadosbachaqueros.
 
EL AYUNO CRISTIANO

Nada de esto tiene que ver con el ayuno cristiano. Entonces ¿Qué es el ayuno cristiano? En sentido amplio es prescindir de  todo lo que es superfluo para contentarse con lo suficiente, pues lo que sobra, según San Ambrosio, no nos pertenece: pertenece al pobre, y no dárselo, es cometer el pecado de robar. Jesús practicó este ayuno. Narra el evangelista que el Señorviendo la multitud hambrienta sintió compasión de la gente(Mt 9,36).  Y San Pablo comenta que Jesús siendo rico de su divinidadse hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.(2 Co 8,9; Cf Flp 2,5-7). San Pablo nos invita a seguir este ejemplo del Señor y despojarnos de lo superfluo para compartir con los necesitados.

 El Papa Francisco en el Ángelus del 08 de Marzo del año pasado afirmó:Debemos estar atentos a no hacer un ayuno formal, o que en verdad nossaciaporque nos hace sentir tranquilos. El ayuno tiene sentido si verdaderamente hace mella en nuestra seguridad, y si de él se deriva un beneficio para los demás, si nos ayuda a cultivar el estilo del Buen Samaritano, que se inclina sobre el hermano en dificultad y se hace cargo de él. El ayuno comporta la elección de una vida sobria en su estilo, que no derrocha, una vida que nodescarta. Ayunar nos ayuda a entrenar el corazón a lo esencial y al compartir. Es un signo de toma de conciencia y de responsabilidad frente a las injusticias, a los atropellos, especialmente con respecto a los pobres y a los pequeños, y es signo de la confianza que ponemos en Dios y en su providencia

¿Cuándo estableció Dios esta práctica saludable? Fue establecido por el mismo Dios cuando le dijo a nuestros primeros padres, Adán y Eva, quepodrán comer de todos los frutos de los árboles excepto de uno(Gen 2,17) y fue practicado por los dos grandes personajes del Antiguo Testamento que representan la Ley y los Profetas: Moisés, antes de recibir las tablas de la Ley (Ex 34,28), y Elías, antes de encontrar al Señor en el Monte Horeb (1 Re 19, 8). Nuestro Señor Jesucristo practicó el ayuno en diversas ocasiones, lo recomendó a sus discípulos en los casos más difíciles (Mc 9,14-29) y señaló cómo debía de practicarse para que fuera agradable al Padre Dios, que ve en lo secreto y aprecia lo que se hace con humildad  de corazón (Mt 6,16-18).

LA PRACTICA DEL AYUNO

Actualmente la Iglesia, manteniendo una tradición de muchos siglos, prescribe que todos los bautizados de edades comprendidas entre los 18 y 59 años cumplidos, deben abstenerse de comer carne y de ayunar al menos dos días al año: el miércoles de ceniza y el viernes santo. Y nos indica quela penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser solo interna e individual, sino también externa y social. Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los diversos países y condiciones de los fieles (). Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno pascual; ha de celebrarse en todas partes el viernes de la Pasión y muerte del Señor y aún extenderse, según las circunstancia al Sábado Santo, para que de este modo se llegue al gozo del domingo de Resurrección con ánimo elevado y entusiasta(CONC. VAT. II, Const. Sacrosantum Concilium, 110).

El ayuno tradicional es consumir en las tres comidas solo pan y agua y destinar a una obra de caridad el dinero ahorrado con esa privación. Por razones de edad, trabajo o salud se puede reducir el ayuno a una o dos comidas. En cada Cuaresma la Iglesia católica en Venezuela ofrece concretamente la posibilidad de destinar nuestros ahorros y aportes a la Campaña Compartir, que este año llega a su trigésima quinta edición y está dedicada a promover la salud integral y a colaborar en la prevención y atención de las enfermedades y epidemias que están azotando nuestro país.

El ayuno no se circunscribe exclusivamente a la privación de alimentos. Es muy conveniente que las modalidades que sean elegidas a la hora de practicar el ayuno incidan de manera efectiva en la búsqueda de la liberación de nuestras esclavitudes personales. San Bernardo así nos lo aconseja:Ayunen los ojos de toda mirada curiosa. Ayunen los oídos no atendiendo a las palabras vanas y a cuanto no sea necesario para la salud del almaAyune la lengua de la difamación, murmuración, de las palabras vanas, inútiles (…) Ayunen las manos de estar ociosas. Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados, y de imponer la propia voluntad y juicio. Pues, sin este ayuno, todos los demás son reprobados por Dios (San Bernardo, Sermón en el comienzo de ayuno).

En este año de la Vida Consagrada, proclamado por el Papa Francisco, recojamos la doctrina sobre esta materia de dos grandes santos y doctores de la Iglesia que han enriquecido con sus enseñanzas y testimonios la espiritualidad cristiana del ayuno: Agustín de Hipona, autor de una Regla que ha inspirado muchos Institutos de vida consagrada y Tomás de Aquino, religioso dominico de la Edad Media y  figura cimera de la escolástica.

Santo Tomás de Aquino menciona tres motivos que hacen necesario y conveniente el ayuno cristiano: reprime la inclinación al mal, la concupiscencia, que nos impulsa a pecar; facilita que la mente se eleve a las cosas del cielo; finalmente nos prepara para pedir perdón por nuestros pecados (Suma Teológica, 2-2, q. 147, a.19). San Agustín, recogiendo la enseñanza del profeta Isaías 58,1-12, nos invita a ayunar para ser solidarios con el prójimo.Tus privacionesdice el santo- serán fecundas si muestras generosidad con otros. El ayuno nos ayuda a tomar conciencia de que todo ser humano es nuestro hermano y de nuestra obligación de tender la mano a los que sufren toda clase de privaciones  para ayudarlos a salir de sus condiciones deprimidas.  Para que la oración del Padre Nuestro no sólo salga de los labios sino también del corazón y sea escuchada por Dios debemos cumplir lo que nos dice San JuanSi alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? (1Jn 3,17).

Hermanos, Hermanas, como vemos el ayuno y la caridad van juntos. Acojamos la Palabra de Dios, escuchemos los santos doctores y la enseñanza de la liturgia cuaresmal.  En estos momentos que vivimos en Venezuela, signados por la desunión, el enfrentamiento y la discordia, es más necesario que nunca que cada uno de nosotros sea parte de la solución y contribuyamos todos juntos, con nuestro modo de vivir y de compartir nuestros bienes,  a la superación de los conflictos y a la reconciliación. No hay posibilidad de reconciliación con Dios si no hay reconciliación con el prójimo que sufre. La Madre Teresa expresó una vez una verdad sencilla y profunda a la vez:No pienses que el amor para ser genuino debe ser extraordinario. Lo que necesitamos es amar sin cansarnos.

¡Queridos hermanos, volvamos a la práctica del ayuno cristiano y amemos  sin cansarnos! Que la Santísima Virgen María que vivió la solidaridad con su prima Isabel y con su hijo Jesús en el Calvario, nos ayude a entrar en este tiempo de gracia, vivirlo a plenitud y llegar bien dispuestos a la celebración de las santas fiestas de Pascua. 

Maracaibo 16 de febrero de 2015


+Ubaldo Ramón Santana                                  +Ángel F Caraballo Fermín
Arzobispo de Maracaibo                                            Obispo Auxiliar





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