lunes, 23 de febrero de 2015

Mons. Domingo Roa Pérez: Un siglo de amor cristiano

Andrés Bravo
Profesor de la UNICA
            El 2015 es el Año del Pastor de Maracaibo, porque tenemos el privilegio de celebrar la vida centenaria de Mons. Domingo Maximiliano Roa Pérez, nuestro Arzobispo, amorosamente recordado por su entrega al pueblo venezolano desde la Iglesia de Cristo. Efectivamente, el 21 de febrero de 1915, en El Cobre, pueblo del Estado Táchira, nace en el seno de la familia de Quiterio Roa y Juana Pérez de Roa. Familia humilde, pero, de una fuerza espiritual extraordinaria, que le ofreció al Señor un Sacerdote de excepción.
            Mons. Roa Pérez se formó para servir, con los más grandes valores humanos, con conciencia de ciudadanía, amante de la justicia social, de la libertad y de la convivencia pacífica en democracia. Siempre desde una fe firme en la doctrina cristiana profesada por la Iglesia Católica, que aprendió a vivir y enseñar. Sabía interpretar con sabiduría de maestro los signos de los tiempos, los más importantes acontecimientos eclesiales y sociales. Participó tanto en el Concilio Vaticano II (1962-1965) como en las Conferencias Generales de Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992).
Se recuerda que a principio de 1976, ante la nacionalización de la industria petrolera, escribe una circular donde, después de un agudo análisis de la situación del país, nos exhorta: “Amadísimos sacerdotes y seglares comprometidos en el apostolado, tenemos la obligación ineludible y urgentísima de despertar en los fieles y en los cristianos en general una viva conciencia social de ser los primeros constructores de la grandeza nacional en el cuadro de un orden nuevo y más justo, derivado de los principios morales que se desprenden del Evangelio, que el Magisterio Eclesiástico interpreta y aplica a cada tiempo”.
Sus estudios los realiza en el Seminario Menor de San Cristóbal (Venezuela) y en el Seminario Mayor de Pamplona (Colombia). Los sigue con éxito en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, siendo alumno del Pontificio Colegio Pío Latinoamericano. En la misma ciudad eterna es ordenado sacerdote el 12 de abril de 1941. El 24 de noviembre de 1957 es consagrado Obispo de la entonces Diócesis de Calabozo. Ahí, el obispo andino se encarna en los llanos venezolanos hasta que S.S. Juan XXIII lo nombra para servir en occidente, como Obispo del Zulia el 16 de enero de 1961.
Como obispo, primero, y, luego, como Arzobispo de Maracaibo (30 de abril de 1966), orienta su acción pastoral, fundamentalmente, en cinco cuestiones a las que, sin dudas, coloca toda el alma: el Seminario y las vocaciones sacerdotales, la instrucción religiosa, la educación católica, las obras sociales y el apostolado seglar.
En los momentos más difíciles, Mons. Roa Pérez supo crear la experiencia renovadora de un Centro Vocacional con un nuevo estilo de formación. Cuando esta experiencia madura con éxito, funda nuestro actual Seminario Mayor. Promueve la catequesis que, como solía decir, es impartida a todos los niveles. Crea las innovadoras Escuelas Arquidiocesanas, llevando educación de calidad a los más pobres. Además, podemos testimoniar que nuestro primer Arzobispo fue uno de los más grandes misioneros del progreso humano y promotor del desarrollo del Zulia y de Venezuela. La doctrina social de la Iglesia era insistentemente recomendada, en especial, para el fortalecimiento del apostolado seglar. Él la enseñó, la vivió y la defendió en toda su trayectoria ministerial.
Como obra suya, con sincero espíritu de agradecimiento, la Universidad Católica “Cecilio Acosta” se une al jubileo pastoral in memoriam a Mons. Domingo Roa Pérez, primer Arzobispo y primer Canciller de nuestra Casa de Estudios Superiores, en el año centenario de su nacimiento.

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