miércoles, 20 de noviembre de 2013

La patrona del Zulia


Dr. Fernando Chumaceiro
Exalcalde de Maracaibo /fchuma2009@live.com
Miércoles, 20 noviembre 2013

 El amplio delta de nuestros diferentes orígenes confluye hacia el único y caudaloso río de la zulianidad. La Chinita, como la bautizó el afecto popular, preside el torrente de la zulianidad, caudal a través del cual se abrazan las diferentes culturas hacia el cauce común de nuestros valores espirituales


El 18 de noviembre el pueblo zuliano celebra el día de su patrona, la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. El amplio delta de nuestros diferentes orígenes confluye hacia el único y caudaloso río de la zulianidad. La Chinita, como la bautizó el afecto popular, preside el torrente de la zulianidad, caudal a través del cual se abrazan las diferentes culturas hacia el cauce común de nuestros valores espirituales.
Esa veneración es el pilar de la espiritualidad regional. Allí terminan nuestros diferentes orígenes. No importa dónde se haya nacido, en qué Estado del país, en cual nación y continente o en cuál cultura. No importa la ideología política que se profese. No importa la edad, el oficio o la profesión ni los títulos académicos, ni los patrimonios económicos. Ante La Chinita lo que prevalece es la devoción que de ella se tenga, pues todas esas pluralidades de razas y culturas convergen en la devoción que el pueblo le rinde en una comunidad de fe.
Los zulianos, como cualquier otro pueblo, tenemos no pocas diferencias. Sin embargo, la zulianidad amalgama y neutraliza todas ellas en una zona común en la cual nadie es más zuliano que otro, no importan las edades, los títulos, los patrimonios, las ideologías y cualquier otra diferencia. Ante La Chinita todos somos iguales, todos la merecemos y ninguno puede sentirse más privilegiado que otro.
La zulianidad es, de verdad, una forma de ser, de pensar, de hablar, de actuar. Es como el cauce de un río que se nutre de una pluralidad de afluentes y se convierte, multiplicado de energías, en un solo torrente de emociones, valores y todos los demás elementos que conforman una cultura.
Ahora en el tiempo de la fiesta religiosa, el delta de nuestros diferentes orígenes confluye hacia el Lago inmenso por donde nos llegó nuestra Virgen Chinita, símbolo auténtico de la zulianidad, que es el punto exacto donde la pluralidad se hace cultura única; es decir, una forma de hablar, de pensar, de actuar… de ser.
En este difícil momento de autoritarismos y autocracias le pedimos a nuestra Virgen Chinita que bendiga a nuestro pueblo, dándonos fortaleza, constancia y virtudes para merecer una patria más libre, una sociedad más justa y una vida más digna.

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